GORRA BORDADA TDA/H

El trastorno por hiperactividad por déficit de atención (TDAH) suele considerarse un trastorno de desarrollo neuroconductual. Afecta aproximadamente al 3-5% de los niños en edad escolar con síntomas que comienzan antes de los 7 años de edad. Se caracteriza por un patrón persistente de impulsividad e inatención, con o sin un componente de hiperactividad. El TDAH se produce el doble de frecuentemente en los niños que en los chicas. El TDAH es por lo general un trastorno crónico[6], en el que entre el 10% y el 40% de los individuos diagnosticados en la infancia siguen cumpliendo los criterios diagnósticos en la edad adulta. A medida que maduran, es probable que los adolescentes y los adultos con TDAH desarrollen mecanismos de afrontamiento para compensar su deterioro. Aunque antes se consideraba un diagnóstico infantil, el TDAH puede continuar durante toda la edad adulta. El TDAH tiene un fuerte componente genético. Los métodos de tratamiento suelen incluir una combinación de medicamentos, modificaciones del comportamiento, cambios en el estilo de vida y asesoramiento. La American Academy of Pediatrics afirma que los medicamentos estimulantes y/o la terapia de comportamiento son tratamientos apropiados y generalmente seguros para el TDAH. Sin embargo, aún no se ha determinado la seguridad de los estimulantes durante períodos de uso superiores a tres años, no se han realizado estudios para demostrar la eficacia a largo plazo de los medicamentos o las intervenciones conductuales, y no se recomienda el tratamiento farmacológico de los niños en edad preescolar. El TDAH y su tratamiento han sido considerados polémicos desde la década de 1970. Las controversias han involucrado a médicos clínicos, profesores, responsables de políticas, padres y medios con opiniones sobre el TDAH que van desde aquellos que no creen que exista a aquellos que creen que hay base genética y fisiológica para la enfermedad, e incluyen también desacuerdo sobre el uso de estimulantes en el tratamiento.