'Tetrapteryx' y camiseta de Microraptor

En 1915, el ornitólogo William Beebe examinó las plumas en las piernas de los embriones de aves y predijo que una criatura parecida a los pájaros existiría en el registro fósil -en algún lugar entre aves y dinosaurios- que tenía alas voluminosas en las piernas. En el 2003, se descubrió a ese animal: el bisabuelo de dinosaurio de dromaeosaurio Microraptor gui. ¿Palabra de Dios o razón humana?, de Jonathan Kane, Emily Willoughby y sus colegas, subraya la importancia del poder predictivo como característica necesaria de una teoría científica. Nada ilustra mejor el poder predictivo de la evolución que el rostro de Microraptor y Tetrapteryx, emblemas de cómo la comprensión por parte de Beebe del mundo natural utilizó el pasado para predecir el futuro.