Póster Santuario

El santuario también era un derecho a no ser detenido en el santuario de una iglesia o templo, reconocido por la ley inglesa del siglo IV al XVII. En Europa, las iglesias cristianas suelen construirse en un lugar sagrado, generalmente donde se ha producido un milagro o un martirio o donde se ha enterrado a una persona sagrada. Ejemplos de ello son la Basílica de San Pedro en Roma y la Catedral de San Albán en Inglaterra, que conmemoran el martirio de San Pedro (el primer Papa, según los católicos) y San Albán (el primer mártir cristiano en Gran Bretaña), respectivamente. El lugar, y por lo tanto la iglesia construida allí, se consideró santificado por lo que pasó ahí. En los tiempos modernos, la Iglesia Católica Romana ha continuado esta práctica colocando en el altar de cada iglesia, cuando se consagra para su uso, una caja (el sepulcrum) que contiene reliquias de un santo. Muchos pueblos antiguos, incluidos los egipcios, los griegos y los hebreos, reconocieron un "derecho de asilo" religioso, protegiendo hasta cierto punto a los criminales (o a los acusados de delitos) de acciones legales. Este principio fue adoptado por la primera iglesia cristiana, y se desarrollaron varias reglas para lo que la persona tenía que hacer para tener derecho a la protección y cuánta protección era. En Inglaterra, el Rey Ethelbert hizo las primeras leyes que regulaban el santuario en cerca de 600 A.D. En tiempos normandos, había llegado a haber dos tipos de santuario: todas las iglesias tenían el tipo de nivel inferior, pero sólo las iglesias con licencia del rey tenían la versión más amplia. El sistema medieval de asilo fue finalmente abolido por James I en 1623.