Póster Jardinería orgánica

¡Una imagen retro con un toque moderno! - Los jardines orgánicos de la Victoria están apareciendo por todas partes. Estos jardines, vistos por última vez durante la Segunda Guerra Mundial, representan ahora nuestra lucha por recuperar el control de nuestras vidas y nuestra salud. Son los primeros campos de batalla contra la creciente tiranía corporativa, una batalla que puede terminar con nosotros desechando la filosofía de cada hombre por sí mismo y la comprensión de que todos estamos juntos en esta cosa llamada vida. Aquí hay una pequeña historia: los jardines de la Victoria, también llamados huertos de guerra o huertos de comida para la defensa, eran huertos, frutas y hierbas plantadas en residencias privadas y parques públicos en Estados Unidos, Reino Unido, Canadá y Alemania durante la Primera Guerra Mundial y la Segunda Guerra Mundial para reducir la presión sobre el suministro público de alimentos provocada por los esfuerzos de guerra. Además de ayudar indirectamente en el esfuerzo de guerra, estos jardines también fueron considerados como un "refuerzo de la moral" civil, en el sentido de que los jardineros podrían sentirse fortalecidos por su contribución de trabajo y recompensados por los productos cultivados. Esto hizo que los jardines de victoria se convirtieran en parte de la vida diaria en el frente interno. La sostenibilidad es la capacidad de perdurar. En ecología, la palabra describe cómo los sistemas biológicos siguen siendo diversos y productivos con el tiempo. Para los seres humanos es el potencial de mantenimiento a largo plazo del bienestar, que a su vez depende del bienestar del mundo natural y del uso responsable de los recursos naturales. Existe abundante evidencia científica de que la humanidad está viviendo de manera insostenible, y el retorno del uso humano de los recursos naturales a límites sostenibles requerirá un esfuerzo colectivo importante. Las formas de vida más sostenibles pueden adoptar muchas formas, desde la reorganización de las condiciones de vida (por ejemplo, las aldeas ecológicas, los municipios ecológicos y las ciudades sostenibles), la reevaluación de los sectores económicos (permacultura, construcción ecológica, agricultura sostenible) o las prácticas laborales (arquitectura sostenible), la utilización de la ciencia para desarrollar nuevas tecnologías (tecnologías ecológicas, energía renovable), hasta ajustes en los estilos de vida individuales que conservan los recursos naturales.