Pegatina

Icarus fue criado en cautiverio toda su vida. Al haber crecido sólo conociendo el taller no tan espacioso de su padre, hizo todo lo que pudo para imaginar lo que el mundo podría contener cuando se asomó por la pequeña ventana singular de su torre. Cuando un día Icarus se encuentra libre, le resulta imposible atender la advertencia de su padre, después de todo, su padre los había encerrado por error, para empezar, e Ícarus se alegró de tener el control de su vida por primera vez. Mucha gente tiende a señalar cómo Icarus pagó por sus errores, pero admiro cómo pudo librar primero. La historia de padre e hijo no es simplemente dar instrucciones a los jóvenes para que escuchen a sus mayores. Recuerda que es una tragedia griega. En estas historias, según el pensamiento de Aristóteles, no se supone que se debe dejar la historia pensando que Daedalus o Icarus tenían razón o no. Las tragedias, al reflejar nuestra naturaleza imperfecta como seres humanos, producen catarsis y, tal vez en este caso, una especie dolorosa de reflexión sobre una vida corta.