Lienzo Nuestra Señora de los Dolores

"Mientras contemplamos a esta Madre, cuyo corazón ha atravesado una espada (cf. Lucas 2:35), nuestros pensamientos van a todas las mujeres que sufren en el mundo, sufriendo física o moralmente. En este sufrimiento, la sensibilidad de una mujer juega un papel, a pesar de que a menudo logra resistir mejor el sufrimiento que un hombre. Es difícil enumerar estos sufrimientos; es difícil llamarlos a todos por su nombre. Podemos recordar su atención materna para sus hijos, especialmente cuando se enferman o caen en malas condiciones; la muerte de los más queridos para ella; la soledad de las madres olvidadas por sus hijos adultos; la soledad de las viudas; el sufrimiento de las mujeres que luchan solas por ganarse la vida; y las mujeres que han sido maltratadas o explotadas. Luego están los sufrimientos de las conciencias como resultado del pecado, que ha herido la dignidad humana o materna de la mujer: las heridas de las conciencias que no sanan fácilmente. Con estos sufrimientos también debemos ponernos al pie de la Cruz". Juan Pablo II