Imán Calendario Maya de Myztico

Esta es la versión de Myztico inspirada en el calendario maya. La mayoría de las civilizaciones antiguas encontraron la manera de marcar el tiempo para predecir cambios que afectarían su supervivencia y destino. Estos 'calendarios' a menudo estaban vinculados con uno o más dioses, que en algún momento de su progresión, regresarían. Hoy en día, a medida que la conciencia humana evoluciona en la era de la curación, la conciencia, la tecnología y el razonamiento, nuestra atención se repite a un calendario en particular, el Largo Calendario Maya, como algo dentro de su fecha de finalización, resuena para muchas almas. La fecha es el 21 de diciembre de 2012 (13.0.0.0 en el recuento largo) según lo proyectado por José Arguelles y otros. Me han enseñado que 13=4=cierre o el final del tiempo lineal. La realidad es una construcción holográfica creada por los patrones de geometría sagrada que se repiten en ciclos llamados tiempo lineal. La realidad es mito, matemática y metáfora. El movimiento de toda conciencia sigue una secuencia llamada espiral dorada - los números de Fibonacci publicados en 1202. Ha habido muchos calendarios a lo largo de la historia que no necesariamente se correlacionan con nuestro calendario gregoriano o los calendarios mayas. Por lo tanto, ¿cómo podemos estar seguros de que esta fecha es el comienzo de lo que algunos llaman una Edad de Oro? El término 'oro' nos lleva a la alquimia ahora entendida como una metáfora de la evolución de la conciencia en la alquimia del tiempo. Es algo que sientes dentro de tu alma, algo que sigue tu vida con recordatorios sincrónicos de que todo está conectado a medida que la conciencia se mueve a través de los engranajes, o ruedas del tiempo para evolucionar en algo más allá de la experiencia física/experimento. ¿Los antiguos mayas sabían algo que no sabemos? ¿Estamos destinados a encontrar y entender algo a medida que la fecha, 21 de diciembre de 2012, se acerca? Mira dentro de tu alma para determinar un significado mayor. Estamos evolucionando, aprendiendo, y no por accidente, uniendo las piezas del rompecabezas, guiados por las cuadrículas a través de las cuales nuestra conciencia experimenta mientras nuestras almas regresan 'a casa'.